Primavera es una palabra que viene del latín y viene a significar "primer verano". Su llegada puede producirnos estos efectos: mayor "apetito sexual" o, en contra, "astenia primaveral". ¿Por qué nuestro cuerpo se decanta por uno u otro?
Pasa el invierno y nos vamos alegrando al ver cómo los días ya van durando más, "son más largos" solemos decir. Así, hay más luminosidad, la temperatura va aumentando, se emplea menos ropa al vestir, lo cual junto al importante detalle de que en esta época se dispara la producción de melatonina y feromonas, no es de extrañar que más de uno (y por qué no, de una) anden como el señor plátano de la imagen de arriba. En general, hay mayor predisposición para tener relaciones sexuales.
Por el contrario, hay personas que con la llegada de estas fechas suelen encontrarse en el bando contrario: desaganados, agotados y siempre andan cansados. Esto es debido a que sufren un bajón de betaendorfinas en el plasma (sustancias que regulan el bienestar-malestar). Si formas parte de este grupo de astenios primaverales, no te preocupes que hay solución y bien sencilla que es: descansar y dormir todo lo que el cuerpo pida, realizar ejercicio y seguir una dieta equilibrada. En fin, lo que se debe hacer todo el año pero que nunca hacemos y que, ahora, se vuelve imprescindible para evitar esta decaída.
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